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El Pais y El MundoGenerales

Temer pidió a la Corte Suprema que suspenda la causa y dijo que los delatores cometieron «el crimen perfecto»

El presidente cuestionó la autenticidad de la grabación por la que es investigado por corrupción, obstrucción de la justicia y asociación ilícita.

 

El presidente de Brasil, MIchel Temer, volvió negar su renuncia y le pidió a la corte suprema suspender la investigación en su contra, al considerar que el empresario Joesley Batista mintió y manipuló un audio para involucrarlo en corrupción, además de denunciar que el frigorífico JBS cometió el «crimen perfecto» contra el país, ya que los delatores están libres en Nueva York y lucraron con la inestabilidad en el mercado de cambios.

 

En medio de la preparación de marchas opositoras en reclamo de elecciones directas anticipadas para elegir un nuevo presidente, Temer lanzó un contraataque en busca de fortaleza para permanecer en el cargo: sus palabras de que el gobierno «tiene rumbo» son un intento de lograr cohesión ante el aumento de los decibeles de la tensión política del país.

 

«Estamos pidiendo al Supremo Tribunal Federal que suspenda la investigación hasta que sea juzgado definitivamente la autenticidad de la grabación clandestina. El autor de la pinchadura está libre y suelto paseando por las calles de Nueva York», dijo Temer en cadena nacional.

 

Mientras, se escuchaban cacerolazos en algunos barrios de San Pablo, Río de Janeiro, Porto Alegre, Salvador, Recife, Belo Horizonte y Fortaleza, según reportaron medios de esas ciudades.

 

La corte abrió una investigación contra Temer por corrupción pasiva, obstrucción de la justicia y asociación ilícita a partir de la grabación oculta que Batista le hizo al mandatario al visitarlo en la residencia oficial en marzo, en la cual el jefe del Estado aparece avalando pago de sobornos y coimas a jueces, ante el relato del empresario del mayor frigorífico del mundo.

 

Temer dijo que el audio de 38 minutos que grabó Batista fue «editado unas 50 veces» y citó a un perito que analizó el contenido de la grabación para el diario Folha de Sao Paulo.

 

El presidente, en su discurso, intentó descomprimir la acusación, denunció como corruptos a Joesley y Wesley Batista y, punto por punto, dio su versión de los hechos, para finalizar diciendo que seguirá en el cargo con la agenda de reformas económicas.

 

«El autor de la escucha no fue juzgado, no fue sancionado, no pasó ni un día en la cárcel. Cometió el crimen perfecto; con esa grabación manipulada especuló con la moneda nacional. Antes de divulgar la grabación compró 1.000 millones de dólares porque sabía que esto provocaría caos en la tasa de cambio», afirmó el mandatario.

 

Temer dijo que fue sacada de contexto la frase en la cual dice que «hay que seguir haciendo eso» que según el fiscal general, Rodrigo Janot, avala el pago de sobornos que JBS le hace al ex diputado Eduardo Cunha, preso en la operación Lava Jato, supuestamente para comprar su silencio.

 

Poco antes del discurso, la gobernabilidad de Temer se vio afectada al abandonar la base parlamentaria el Partido Socialista Brasileño (PSB), que reclamó la renuncia del mandatario y pidió nuevas elecciones.

 

Otro afectado por las delaciones de JBS es el senador Aecio Neves, suspendido del cargo por el Supremo Tribunal Federal por obstrucción de la justicia y grabado pidiendo unos 650.000 dolares de sobornos a los hermanos Joesley y Wesley Batista.

 

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Neves, cuya hermana y primo fueron detenidos, es el único sostén de peso. La fuerza del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) busca una salida negociada que evite elecciones directas.

 

El PSDB y otros partidos como el conservador Demócratas articulan un nombre de consenso para una eventual transición con elección indirecta del Congreso en caso de renuncia de Temer: el nombre más citado es del ministro de Economía, Henrique Meirelles, considerado un garante del plan económico de austeridad y reformas.

 

Ocurre que antes de ser llamado por Temer para el cargo, Meirelles fue justamente director de JBS, la empresa que hizo las escuchas a Temer y la que puso al jefe del Estado al borde del precipicio político y jurídico, sobre todo si pierde los fueros.

 

Las elecciones directas y la renuncia de Temer fueron pedidas hoy por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), procesado en cinco causas de corrupción, quien dijo que será candidato.

Lula marchaba primero en las encuestas hasta antes de la delación de JBS, que sostuvo que usó recursos ilícitos para pagar las campañas del Partido de los Trabajadores.

 

Lula convocó a marchar mañana para pedir «Diretas Já’, el mismo slogan derrotado en 1984 cuando se definió por vía indirecta, por el Congreso, elegir al presidente civil después de 21 años de dictadura militar:

 

El Parlamento eligió a la fórmula Tancredo Neves (abuelo de Aecio Neves)-José Sarney. El presidente electo murió antes de asumir y el PMDB de Sarney, hoy consejero de Temer en los peores momentos, ganó la presidencia inesperada.

 

Temer, al fin de su discurso, hizo críticas a la política de expansión de la que se valió JBS en los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff mediante la inyección de créditos subsidiados de la entidad estatal de fomento BNDES.

 

«Estos señores tuvieron préstamos millonarios en los últimos dos gobiernos, hicieron los ganancias y ahora se retiran hacia Estados Unidos», se quejó Temer, quien evitó pronunciar la palabra renuncia.

 

Poco, según los analistas, dedicó Temer a desmentir los videos con las delaciones en la cual lo acusan de gravísimos actos de corrupción: JBS sostuvo que le dio a Temer casi 5 millones de dólares.

 

Y uno de los delatores, Roberto Sued, ex gerente del frigorífico, dijo que Temer «robó un millón de reales» (unos 330 mil dólares) de una donación ilícita que la empresa le hizo a la fuerza del presidente, el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña.

 

A Temer, según sus aliados, lo puede salvar la agenda del país: indicadores de que la peor recesión de la historia puede estar terminando y un horizonte con reformas hechas al paladar del mercado financiero.

 

La jugada de hoy intenta poner al gobierno en responsabilidad del juez de la corte Edson Fachin, quien debe aceptar o rechazar el pedido del presidente de suspender la investigación.

 

Pero para aprobar las reformas laboral y previsional, resistidas por la mayor parte de la población según las encuestas, necesita que sus aliados se queden en el mismo barco, incluso si éste chocara contra un iceberg.

 

Fuente: Télam

 

 

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