Un avión de pasajeros ruso que transportaba a 224 personas se estrelló sobre la península de Sinaí, en Egipto, según ha confirmado el primer ministro egipcio, Sherif Ismail, que ha organizado un gabinete de crisis. Hasta ahora han confirmado la muerte de 220 pasajeros.
El responsable del comité establecido para esclarecer las causas del accidente, Ayman al Mokadem, ha descartado que el avión haya sido derribado y ha detallado que el piloto informó a las autoridades de un error técnico y de la necesidad de aterrizar en el aeropuerto más cercano. Según Al Mokadem, la aeronave se habría estrellado cuando trataba de aproximarse al aeropuerto de Al Arish. Un equipo de la autoridad de la aviación civil del país árabe se ha desplazado al lugar para iniciar la búsqueda de las cajas negras del aparato y arrojar luz sobre el suceso.
El avión es un Airbus A-321 operado por la aerolínea rusa Metrojet (Kogalymavia) y en él viajaban 217 pasajeros y 7 miembros de la tripulación. El aparato, según la información proporcionada por la web FlightJet, especializada en el seguimiento de aviones comerciales, fue perdiendo altura paulatinamente hasta que desapareció de los radares. Tenía 18 años de antigüedad.