El Papa Francisco cuestionó la irresponsabilidad e indiferencia con los refugiados

0004537497Durante la homilía que pronunció en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice dijo que Jesús experimentó lo mismo cuando fue camino a la cruz

 

El papa Francisco lamentó hoy ante cientos de fieles que haya tanta gente que no quiera «asumir la responsabilidad» del destino de los refugiados. Durante la homilía que pronunció en la Plaza de San Pedro del Vaticano este Domingo de Ramos, comparó la situación con la indiferencia que –según él- experimentó en su propia piel Jesús de Nazaret cuando fue camino a la cruz.

 

«Jesús experimenta en su propia piel también la indiferencia, pues nadie quiere asumir la responsabilidad de su destino», dijo. Y lamentó: «Pienso en tantos marginados, en tantos refugiados y también en tantos que no quieren asumir la responsabilidad de su destino». El Sumo Pontífice inauguró hoy los ritos de la Semana Santa con la procesión de las Palmas y la posterior misa del Domingo de Ramos, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

 

Ante los miles de fieles recordó que cuando Jesús de Nazaret entró a Jerusalén «la muchedumbre» lo acogió con «entusiasmo, agitando las palmas y los ramos de olivo» y al grito de «¡Bendito el que viene en nombre del Señor!», pero también aludió a la posterior «humillación» que sufrió durante la Pasión, a la que siguió la muerte y la resurrección. «La humillación que sufre Jesús llega al extremo en la Pasión: es vendido por treinta monedas y traicionado por un beso de un discípulo que él había elegido y llamado amigo. Casi todos los otros huyen y lo abandonan; Pedro lo niega tres veces en el patio del templo», sostuvo.

 

El papa Francisco lamentó hoy ante cientos de fieles que haya tanta gente que no quiera «asumir la responsabilidad» del destino de los refugiados. Durante la homilía que pronunció en la Plaza de San Pedro del Vaticano este Domingo de Ramos, comparó la situación con la indiferencia que –según él- experimentó en su propia piel Jesús de Nazaret cuando fue camino a la cruz.

 

«Jesús experimenta en su propia piel también la indiferencia, pues nadie quiere asumir la responsabilidad de su destino», dijo. Y lamentó: «Pienso en tantos marginados, en tantos refugiados y también en tantos que no quieren asumir la responsabilidad de su destino». El Sumo Pontífice inauguró hoy los ritos de la Semana Santa con la procesión de las Palmas y la posterior misa del Domingo de Ramos, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

 

Ante los miles de fieles recordó que cuando Jesús de Nazaret entró a Jerusalén «la muchedumbre» lo acogió con «entusiasmo, agitando las palmas y los ramos de olivo» y al grito de «¡Bendito el que viene en nombre del Señor!», pero también aludió a la posterior «humillación» que sufrió durante la Pasión, a la que siguió la muerte y la resurrección. «La humillación que sufre Jesús llega al extremo en la Pasión: es vendido por treinta monedas y traicionado por un beso de un discípulo que él había elegido y llamado amigo. Casi todos los otros huyen y lo abandonan; Pedro lo niega tres veces en el patio del templo», sostuvo.

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