Así lo expresó la Intendenta Inés Brizuela y Doria al entregar la distinción Post Mortem a la familia del reconocido artista plástico riojano.
Fue en el marco de un sentido homenaje al artista plástico Luis Alberto Lovrincevich, donde la Jefa Comunal entregó a quien fuera su mujer Patricia Córdoba Donaire y sus hijas Marilina y Sonia, la distinción «Ciudad de los Azahares», en la Sala de Situación del Municipio. Allí, reconoció su trayectoria y su aporte al acervo cultural riojano.
Brizuela y Doria agradeció la presencia de los familiares, amigos y colegas del artista. Asimismo, remarcó: «No queríamos dejar pasar este momento para poner en valor su obra, su trabajo, trayectoria y entrega, siempre resaltar a esas personas que tienen un don, una pasión particular y que son capaces de trascender más allá de lo terrenal con algo que queda para siempre».
A su vez, recordó que la Técnica de la Urdiraña es una creación de él. «Creo que pasa a ser parte de nuestro acervo cultural de aquí a la eternidad. Me he criado viendo en mi partido nuestro escudo hecho por él, sabiendo que Don Lovrincevich nos había regalado eso, para nosotros siempre ha sido una cosa muy preciada con esta técnica tan rara, él ha sido parte de nuestra historia», profundizó.
«Su obra y su memoria queda para siempre, la única muerte es el olvido, él es uno de las personas que no van a morir nunca porque va a permanecer en la memoria de quienes veamos sus obras», finalizó.
La pasión por el arte como bandera
Por su parte, Patricia Córdoba Donaire, su compañera de vida, manifestó: «esto es un gran homenaje, agradezco mucho este reconocimiento. Él ha sido un abnegado de su trabajo, a su labor, ha sido su forma de vida, su pasión el arte, nos ha dejado muy bien representados a todos los riojanos en todos los lugares donde hizo exposición».
También emocionada dijo: «era una persona que era muy dedicado a sus hijas, tanto con Marilina que representa el arte en su vida y Nadia que representa todo lo intelectual, las dos han tenido un lugar primordial». Al mismo tiempo, enfatizó: «era una persona amorosa, compañera, no tengo más que palabras de agradecimiento para él».
Por último, su hija Marilina agradeció esta iniciativa: «Sé que él estaría muy feliz y honrado porque reconozcan su labor, mi papá siempre nos inculcó el arte, su técnica fue muy difícil, pero muy orgullosas de su trabajo, cada vez que vemos sus obras lo reconocemos a él y lo recordamos».