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La Justicia consideró que el agresor de las profesoras de danza es imputable y quedará detenido en Ezeiza

Sebastián Villarreal esperará el juicio en su contra en el penal de Ezeiza

 

 

 

Sebastián Villarreal, el hombre de 30 años que el martes pasado atacó a puñaladas a dos bailarinas en una escuela de danzas del barrio porteño de Palermo, fue declarado imputable por su condición mental y quedará detenido con prisión preventiva.

 

Fuentes judiciales confirmaron que un nuevo informe de medicina forense solicitado por el fiscal Miguel Kessler concluyó que el acusado es imputable. Anoche al recibir las pericias médicas, el investigador del Poder Judicial dispuso su declaración indagatoria, pero Villarreal se negó a declarar.

 

De esta manera, este viernes el fiscal pidió la prisión preventiva, que fue aceptada y dispuesta por el juez Norberto Circo. Villarreal está acusado de tentativa de homicidio agravada por ser víctima una mujer (violencia de género) y será trasladado desde el hospital Tornú, donde permanecía internado, a la unidad penal de máxima seguridad de Ezeiza.

 

En esa prisión, Villarreal pasará a integrar el programa de salud mental Prisma. Según los médicos al agresor de Julieta Antón y Sofía Bovino padece un “trastorno de personalidad de tipo narcista y rasgos histriónicos”, es decir, que tiene una “emotividad excesiva”. Sin embargo, ese diagnóstico, aseguraron los peritos, no le impide comprender sus acciones y puede discernir lo que está bien y lo que está mal. “No es psicótico”, aclara el informe.

 

Esta fue la última determinación de Kessler en la causa. Tras el cambio de carátula (que originalmente era por “lesiones”) el fiscal de la Ciudad de Buenos Aires planteó la incompetencia y el juez Norberto Circo dio a lugar. De esta manera, el expediente debería trasladarse a la justicia nacional. Sin embargo, la defensa y asesoría legal del acusado plantearon argumentos diferentes: sostuvieron que la causa debería tramitarse en la Ciudad por lo que habrá que esperar si apelan esta decisión.

 

 

“Hace poquito empezó todo. Era muy intenso. Él iba a las clases dos horas antes y ayer pasó lo mismo. Siempre lo noté raro, pero nunca me imaginé esto”, contó Julieta Antón un día después del ataque. La joven de 25 años tuvo heridas en los brazos y en el cuero cabelludo producto de las puñaladas que le dio Villarreal.

 

Julieta Antón conoció personalmente a quien luego intentaría matarla hace apenas una semana en el Club de Danza. Villarreal la seguía en las redes sociales, había tomado clases virtuales con la bailarina y siete días atrás se sumó a las lecciones presenciales en la escuela de Palermo donde este martes ocurrió el ataque.

 

“Julieta ya venía asustada, no pensó que iba a llegar a tanto. Es un alumno, un enfermo, un fan. La acosaba, tomaba sus clases virtuales”, contó Delfina García Escudero, una amiga bailarina y quien fue la primera profesora de la víctima, cuando ella tenía 15 años, casi una década antes de transformarse en parte del staff de Tini Stoessel y Showmatch.

 

García Escudero contó que Villarreal molestaba a Antón, que estaba obsesionado con ella. “La ponía incómoda en clase, le hacía chistes de mal gusto. Se le acercaba”, explicó, al punto que Julieta le preguntó a su amiga cómo hacer para “frenarle el carro”.

 

Jackie Antón, hermana de la víctima, también relató: “El 2 de noviembre arrancaron las clases presenciales y Juli tenía una emoción después de esta cuarentena… Me dijo que eran todas mujeres y un varón, y que se había sentido incomoda en la clase”.

 

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Julieta Antón y Sebastián Villarreal, horas antes del ataque

 

“Me recuerdo pegándole patadas y él tratando de acuchillar a Juli. Todo es una nebulosa. Escuché el ruido del impacto del cuchillo de él sobre la pierna de Juli, y en un momento estábamos en el piso, ella debajo mío y él me agarraba de la muñeca derecha y me decía: ‘vos correte’”, recordó Sofía Bovino, dueña de la escuela de danzas y quien intercedió ante la agresión del hombre.

 

Sofía también recordó en su relato que Sebastián Villarreal intentó justificar en ese momento el ataque a Julieta: “Le conté que me abusaron y ella se burló de mí”, contó que le dijo el agresor. Además, Sofía aseguró que cuando otros testigos intentaron defenderlas, Villarreal amenazó con asesinarlas.

 

“No sé en qué momento aparecieron unos chicos que estaban colocando ventanas en el piso de abajo. Le pedían que se alejara, tenían unas sogas e intentaban amenazarlo con eso. Y él les decía: ‘Váyanse o las mato a las dos’. Fue un espanto. Todo el tiempo trataba de mirarlo a los ojos y pedirle que parara. Me tiró un cuchillazo y yo quise frenarlo con la mano izquierda y ahí me cortó”, agregó Bovino.

 

Villarreal finalmente fue atrapado por agentes de la Policía de la Ciudad que le dispararon en una pierna. “Llegaron no sé bien cómo y le pidieron que largara el cuchillo. Él estaba muy nervioso, revoleando el cuchillo en el aire. Yo le decía que estuviera tranquilo, que teníamos que llevar a Juli al hospital, porque sangraba mucho”, contó una de las dueñas del lugar del hecho.

 

“Siento que las dos estuvimos muy unidas en ese momento, aunque no somos amigas. Es difícil porque una, como docente, siente que sus clases son un espacio seguro. Lo que recuerdo es que la policía llegó rápido y actuó bien, estoy muy agradecida. Cuando estábamos tiradas en el piso le pregunté quién era ese chico y Juli me respondió que era un alumno. Y la escuché decirle a los oficiales que siempre fue un tipo raro en las clases, que trataba de estar a solas con ella, y le estaba encima”. Cuando la Policía de la Ciudad disparó para reducirlo, Sofía resultó herida con una esquirla de bala que le lastimó la mano. /Infobae

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