Reculó Alejandro Fantino: vuelve el formato original de Intratables

Alejandro Fantino.

 

 

A principios del mes de julio, Fabián Doman se plantó en el centro del estudio de Intratables y sorprendió a la audiencia con un fuerte anuncio: no sólo se alejaba del programa de América, sino que además renunciaba al periodismo para desembarcar con un puesto gerencial en la empresa Edenor. De inmediato, tanto los panelistas del ciclo, como los seguidores del programa dieron por sentado que su reemplazante sería nada más y nada menos que Paulo Vilouta, uno de los históricos del formato y quien además llevó con altura los reemplazos de Doman cada vez que debió alejarse de la pantalla chica durante la pandemia.

Sin embargo, la gerencia del canal decidió que el tercer conductor de Intratables (primero fue Santiago Del Moro y luego Doman) fuera Alejandro Fantino, quien para ese entonces conducía un magazine de información general por las tardes del canal, tras su salida de Animales Sueltos después de las elecciones del 2019. El desembarco del ex Mar de fondo no fue bien recibido por los panelistas y la situación se tensó cuando comenzó a «meter mano» en el formato. Así, sin previo aviso, los históricos del programa vieron cómo la primera hora del ciclo era ahora una suerte de enlatado interno denominado «Fantino a la carta» y los debates (la insignia del programa) se vieron reducidos a los últimos cuarenta minutos de vivo.

El malestar fue tal que Fantino debió convocar a una reunión de urgencia en su productora para «calmar las aguas» y unificar la tropa. Sin embargo, decidió no convocar a Débora Plager, quien sólo tres semanas después presentó su indeclinable renuncia al programa.

Ahora, a casi un mes de haber asumido la conducción, Fantino tuvo que dar marcha atrás y confirmó que el programa «regresará a su formato tradicional» por la resistencia no sólo de sus compañeros, sino también de la audiencia, que no acompañó como se esperaba los cambios en el ciclo de debates.

«Intratables es hermoso, es patrimonio cultural de la televisión argentina. Le gusta o no le guste a quien le guste (Sic), es querido el programa. ¿Cómo no agarrar este lugar?», se preguntó en una entrevista con el ciclo radial Por si las moscas. «Cuando Liliana (Parodi) me habló de la posibilidad de (conducir) Intratables, acepté porque soy un conductor. Yo tengo información de muchas cosas, de saber poco. Tomo esto, porque hacer un programa como Intratables es hacer un doctorado en televisión. Es un lugar donde se tocan todas las teclas, se pasa por todos los ánimos; navegás por aguas turbulentas y por momentos calmos».

Luego de la introducción, Fantino reconoció que su cena con invitados ya no saldría al aire y que se dará marcha atrás con los cambios que intentó introducir ni bien desembarcó en el equipo de trabajo. «Vamos a volver al formato original de Intratables porque es lo que la gente quiere. América es hacedora de conductores y productores. Cuando pasa una cosa así, es porque hay libertad de hacer. Ahí te dan libertad. América tiene los mejores equipos de producción de la televisión argentina, son pocos y hacen con poco; no tenemos la guita de Telefe o El Trece. Y cuando se hizo lo de la mesa que fue una idea mía, ahí tuve una visión: yo comparaba a Intratables con un equipo de Fórmula 1».

Tal y como reveló BigBang, la llegada de Fantino generó muchos cuestionamientos por parte de sus compañeros. Cuestionamientos que en muchos casos llegaron a ser públicos y de los que el propio conductor del programa tuvo que hablar en vivo. Ahora, un mes después, procuró elogiarlos: «Odio que les digan ’panel’; no es panel. Cómo lo voy a llamar panel a personas que trabajan en Clarín, en Perfil o a (Diego) Brancatelli, que son todos periodistas».

Consultado por la renuncia de Débora Plager, una de las históricas del ciclo, Fantino evitó referirse a las duras críticas que la periodista realizó en su contra antes de desvincularse del programa: «Tengo el mejor concepto de ella. Está bien, respeto su decisión. Ella siente que está en momentos de búsqueda interna y es híper respetable. Me parece una persona maravillosa y hablé (con ella) hasta el último día. No tengo problemas con nadie y jamás dejaría sin laburo a nadie».

«Esto lo aprendí en el fútbol con Carlos Bianchi. Son mis compañeros de equipo, jugamos todos al mismo juego. A mí me daba vergüenza abrir la mesa, lo digo por mi viejo fallecido; me daba vergüenza. Cómo le voy a decir panelista a esos grosos», cerró, con un nuevo guiño a sus compañeros. ¿Habrá paz? /BigBang

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