Rescataron a un niño abandonado por su familia y acusado de ser brujo

0004326708El bebé, que ha sido llamado ‘Hope’, estaba a punto de morir de hambre. Una voluntaria le encontró y le proporcionó alimentos

Aferrado a la botella de agua que le estaba dando la vida. Sosteniéndose sobre unas débiles piernas sin músculo. Con un trozo de galleta entre los finos dedos que no habían tocado alimentos desde hacía días. Esta imagen de un niño nigeriano con alarmantes signos de desnutrición y deshidratación ha dado la vuelta al mundo después de que Anja Ringgren, una voluntaria danesa fundadora de ‘African Children’s Aid Education and Development Foundation’, la publicara en su cuenta de Facebook.

A pesar de que en un primer momento se podría pensar que la situación del pequeño se debe a las hambrunas que azotan al continente africano, el motivo de su inanición es bien diferente: el pequeño fue acusado de brujería y por eso no estaba siendo alimentado. En su comunidad, el menor fue calificado como un ‘niño brujo’ y abandonado a su suerte. En otros casos similares, se considera que determinados bebés están poseídos por el diablo o por espíritus malignos e incluso se les llega a torturar y linchar.

Por desgracia, tal y como la propia Anja explica en un post, esta práctica está muy extendida e incluso los propios padres de los niños son los instigadores de ellas. Esta es una de las razones que animó a Ringgren a dedicar su vida al voluntariado y a conseguir que menores como ‘Hope’ –’Esperanza’, como así han llamado al bebé rescatado– salgan adelante. Afortunadamente, su evolución es correcta después de que, a diario, se le realice una transfusión de sangre.

«Miles de niños son acusados de brujería y les hemos visto torturados, muertos o asustados. Esta imagen muestra por qué lucho. Por qué vendí todo lo que tengo. Por qué me mudé a un territorio inexplorado», explicó Anja en el texto que acompañaba a su imagen. Ringgren ya ha establecido su vida en Nigeria, lugar donde tuvo un hijo que ahora comparte juegos con el pequeño Hope.

Fuente: El Confidencial

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