“Esta normativa permite que los niños que sufren trastornos del espectro autista puedan vivir mejor. Y por eso nos tiene que encontrar como ciudadanos más empáticos, entendiendo esta situación”, dijo el presidente de este bloque, Facundo Puy, quien se encargó de abrir el diálogo con la prensa.
“Son cuatro decibelímetros junto con los elementos de bioseguridad para los trabajadores, para poder vivir en una comunidad más armónica y siendo más solidarios con aquellos que están viviendo esta problemática”, afirmó.
Por su parte, Diego Narváez reiteró el compromiso y desafío que como ediles comprometidos con la situación asumieron, no solamente por la sanción de la ordenanza, sino para que se ponga en cumplimiento.
Por esquema de trabajo dentro del cuerpo de inspectoría, se dividen estratégicamente en las cuatro zonas. De allí que se otorgarán cuatro elementos, para que, en una primera etapa “se contribuya a esa conciencia ciudadana”, determinó Narváez, quien dejó explícito que la ordenanza no tiene fines recaudatorios.
En tanto que el edil Nelson Johannesen reiteró la voluntad y compromiso cotidiano para resolver las problemáticas, que como concejal los encuentra ocupados. “Es el inicio de una toma de conciencia, que tiene que ver con la sensibilidad y empatía, con cada una de las familias. Y no solamente hablo de los caños de escape de una moto, sino con cada contaminación sonora que perturbe e incomode de alguna manera”.
También estuvo presente Ivana Maldonado, quien es del equipo técnico de la Asociación de Padres de Autistas de La Rioja (APADeA), quien explicó que aquellos niños y niñas que tienen autismo, tienen una sensibilidad al sonido. “Por eso es que cuando pedimos sensibilidad en las fiestas de fin de año por los fuegos artificiales, es porque ellos ante esta situación, lo primero que hacen es taparse los oídos. Porque tienen una sensibilidad auditiva alta”, afirmó. Por ello es que consideró importante que se comience a efectivizar esta ordenanza en el territorio capitalino.
Marco normativo
Por ordenanza Nº 5533 se especifica la contaminación sonora como “Producir, estimular o provocar vibraciones, oscilaciones o ruidos molestos, cuando por razones de hora, lugar o por su calidad o grado de intensidad, se perturbare la tranquilidad o reposo de la población o causare perjuicios en la vía pública, plazas, parques, paseos, peatonales, salas de espectáculos, centros de reunión, y demás lugares en que se desarrollan actividades públicas y/o privadas”. En tanto que en la ordenanza Nº 5871 se determina que quedan prohibida la circulación con escapes libres o modificados de automóviles, motocicletas y vehículos de gran porte. –
“Los vehículos que transiten o permanezcan en el ejido de la ciudad capital de La Rioja no podrán emitir un ruido de escape que supere los sesenta (60) decibeles”, determinó el artículo segundo de la norma.
Tanto estas dos ordenanzas, como aquellas que fueron sancionadas, pueden ser consultadas por todos los vecinos y vecinas en el siguiente link: https://concejodeliberantelarioja.gob.ar/sistemadigesto/normativas.php