Aunque el caso es único y excepcional, esto rebasa las fronteras de lo conocido por la ciencia ya que su hígado es capaz, para la mala fortuna, de producir alcohol. Cuando la mujer visitó el hospital, los médicos pudieron observar que tenía un daño hepático, aparte de una diabetes mal controlada lo cual llevo a hacerle bastantes pruebas de orina, incluso incluirla en listas para trasplantes. Si bien la mujer aseguró que no consumía bebidas alcohólicas, los análisis los resultados en los testeos de orina reflejaron grandes cantidades de alcohol, lo que provocó que llegaran a pensar que esa persona los estaba engañando. Sin embargo, después se demostró que ella decía algo que era cierto y que no había mentido con respecto al extraño hecho.
Cuando los especialistas comenzaron a ver que había algo raro y que ella decía la verdad, decidieron hacerle más pruebas de plasma, debido que los exámenes médicos no concordaban. Así comenzó una investigación más a fondo en el cuerpo de ella y los resultados fueron totalmente inesperados para los profesionales que realizaban esos extensos estudios.
Por ello comenzaron por pensar que esta condición de la paciente de 61 años, se debía a un síndrome conocido cómo síndrome de auto-cervecería, que provoca que la ingesta de carbohidratos embriague a una persona, sin que tome una sola gota de alcohol. Así concluye otro interesante y desconocido episodio por la ciencia, que deja varias interrogantes a un hecho tan extraño. Fuente: la100.cienradios.com