Un paracaidista estadounidense de 42 años se convirtió en la primera persona en saltar desde un avión sin paracaídas. Luke Aikins se lanzó desde 7600 metros y aterrizó sobre una red.
Aikins no usó siquiera un «wingsuit» (traje aéreo) que le habría facilitado el direccionamiento de la caída hacia la red que lo atrapó, tensada a unos 60 metros de altura.