ACIENTES CON ENFERMEDAD DE FABRY RECIBEN TRATAMIENTO SUSTITUTIVO DE LA ENZIMA

La enfermedad de Fabry es una  patología congénita hereditaria que se

produce por falta de una enzima que ayuda a degradar o eliminar desechos

intracelulares, que se acumulan  generando daño multiorgánico, con

principal impacto en órganos vitales como corazón, riñón y cerebro.

 

 

 

Actualmente en el Hospital Enrique Vera Barros alrededor de 10 pacientes

que padecen esta enfermedad reciben tratamiento sustitutivo de la enzima,

que se administra en forma endovenosa cada 15 días. “esto se realiza desde

hace un año con buena tolerancia y buena efectividad en pacientes, donde se

nota el cambio clínico y el positivo impacto de la calidad de vida en

personas con diagnóstico y tratamiento oportuno” explicó el Dr. Dardo Casas

del Servicio de Neurología.

 

 

 

Casas, explicó que “se trata de un trastorno hereditario  poco común y

causa una amplia gama de síntomas que no siempre son asociados con la

enfermedad y pueden pasar largos periodos de tiempo sin un diagnóstico

correcto”.

 

En este sentido el profesional explicó los signos y síntomas más frecuentes

en las personas con la enfermedad de Fabry. En primer lugar mencionó el

dolor de manos y pies como uno de los síntomas más comunes de la enfermedad

que aparece más temprano en la vida. “Hay dos tipos importantes de dolor,

por un lado el ardor continuo, sensación de hormigueo, y malestar en las

palmas de las manos y plantas de los pies, y por otro, episodios

ocasionales de dolor quemante intenso conocidos como crisis de Fabry, que

empieza usualmente en las manos y pies, y a menudo el dolor se extiende a

otras partes del cuerpo, durante varios minutos y varios días. El dolor

puede ser causado por cambios de clima, temperaturas calientes, tensión,

ejercicio, y/o fatiga”.

 

En segundo lugar, la sudoración “las personas con la enfermedad de Fabry

sudan menos que las personas que no tienen esta enfermedad. Los pacientes

pueden sudar muy poco (hipohidrosis), o no sudar en lo absoluto

(anhidrosis). Esto puede resultar intolerancia al calor por

sobrecalentamiento, fiebres frecuentes y más aún en La Rioja donde las

temperaturas suelen ser elevadas”.

 

 

 

Por tercer lugar, el Dr. Casas dijo que “entre los signos de Fabry más

visibles está la aparición de lunares rojos llamados angioqueratomas, que

son característicos de la patología y su hallazgo puede ayudar a médicos

para sospechar la posibilidad de la enfermedad de Fabry. Los

angioqueratomas se encuentran situados en ombligo, rodillas y codos. Por lo

general aparecen durante la adolescencia y con los años pueden aumentar de

tamaño y cantidad”.

 

 

 

Mencionó además que “la opacidad de la córnea es particular y consiste en

líneas finas con un patrón radiado (similar a los radios de una rueda de

bicicleta). Este tipo de opacidad no afecta la visión y sólo puede ser

detectado con un instrumento llamado oftalmoscopio o lámpara de hendidura

utilizado para exámenes rutinarios de la vista. La opacidad corneal es

causada por la acumulación de GL-3 en los vasos sanguíneos del ojo y es

otro síntoma que puede ayudar a que el médico sospeche la presencia de la

enfermedad de Fabry”.

 

 

 

En la medida que el proceso sigue avanzando, se van venciendo las reservas

funcionales de diversos órganos, y a los 15 o 20 años comienzan a aparecer

manifestaciones y daños en los órganos blancos, presentando daño renal

progresivo que con el tiempo lleva indefectiblemente el paciente a

diálisis, o provoca afectación cardiovascular, procesos de hipertrofia

cardiacas, procesos cerebro vasculares, hemorrágico e isquémico. Hay otros

síntomas como manifestaciones a nivel de tubo digestivo que después de

comer se suelen hinchar, tener dolores cólicos, y hacer cuadros de diarrea.

 

 

 

Durante mucho tiempo no había ningún tratamiento curativo para la

enfermedad de Fabry, por lo que la terapia estaba orientada únicamente a

aliviar los síntomas. Actualmente en el Hospital Enrique Vera Barros

alrededor de 10 pacientes que padecen esta enfermedad reciben tratamiento

sustitutivo de la enzima, que se administra en forma endovenosa cada 15

días. “esto se hace desde hace un año con buena tolerancia y buena

efectividad en pacientes, donde se nota el cambio clínico y el impacto en

la calidad de vida de pacientes con diagnóstico y tratamiento oportuno”

explicó el neurólogo.

 

 

 

Finalmente el Dr. Casas dijo que “al ser una enfermedad que no tiene cura

porque es congénita, a lo que se apunta es llegar a un diagnóstico precoz y

oportuno que cambie totalmente la historia natural de la enfermedad,

evitando daños irreversibles de los órganos blancos y las personas con

enfermedad de Fabry tengan una mejor calidad de vida a través del

tratamiento de reemplazo enzimático”.

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