ANTE EL FUERTE CRECIMIENTO DEL DESEMPLEO PIDEN QUE CAMBIEMOS Y MARTÍNEZ DEN RESPUESTA A LOS RIOJANOS

*El diputado Federico Sbíroli sostuvo hoy que tanto Cambiemos a nivel

nacional, como sus representantes en la provincia, Julio Martínez e Inés

Brizuela y Doria, “dejen de hacerse los distraídos y den respuesta al

creciente índice de desempleo que desde hace meses viene subiendo y es un

problema constante para miles de riojanos y no tiene que ver con las

políticas provinciales, sino con las desacertadas medidas que se

instrumentan desde la Nación en materia económica” y destacó que desde

marzo a septiembre se perdieron 136 mil puestos de trabajo que no se

recuperan de la noche a la mañana y lo que es peor, el panorama para los

próximos meses es aún más duro.*

 

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de

Diputados resaltó que en La Rioja, en solo un año se perdieron más de 2.500

puestos de trabajo privado, según datos de la Secretaría de Trabajo de la

Nación, la mayoría en el sector fabril y comercio pyme, golpeados por la

caída de ventas, pero además, esto sin contar los trabajadores en negro que

vieron perder su empleo.

 

El legislador resaltó que “los últimos datos que se publicaron a nivel

nacional muestran que el mercado de trabajo sigue en caída, con una demanda

laboral deprimida que desalienta a las personas en salir a buscar un mejor

bienestar”.

 

En ese sentido, Sbíroli precisó que los datos que publica la Encuesta de

Indicadores Laborales (EIL), mostró en octubre un continuo deterioro en el

sector más protegido del empleo, lo que permite pronosticar el angustiante

padecimiento que hoy viven los trabajadores no registrados.

 

Para el diputado sanagasteño, tanto Julio Martínez, como Brizuela y Doria,

“deben dar respuesta a la gente, a los riojanos particularmente, porque son

la cara visible en la provincia de estas medidas que solo han traído más

pobreza y desigualdad” y agregó que “solo están para la foto, para colgarse

de todos los logros y gestiones del gobierno provincial que se hacen en la

Nación, cuando en realidad siguen haciendo política desde el café y no dan

soluciones a la gente”.

 

*Informe del SIPA y la EIL*

 

Según las cifras del Sistema Integrado de Previsión Argentino (SIPA), en la

Argentina existen 12,2 millones de trabajadores. Desde marzo a septiembre

ya se perdieron 136 mil puestos. En seis meses de 2018 se destruyó lo que

tardó 18 en construirse, del período octubre del 2016 a marzo pasado. Y el

panorama hacia adelante no es promisorio.

 

Los datos señalan que para el tercer trimestre se espera un fortísimo

descenso de los puestos actuales, una mayor cantidad de personas

desalentadas en buscar trabajo y un aumento del ritmo inflacionario. Un

combo que derivará en mayor crecimiento de los niveles de pobreza.

 

La pobreza y la inflación en alza empujan a los sectores vulnerables y a

las personas inactivas a volver al mercado de trabajo para complementar los

bajos ingresos, pero las condiciones no son las mejores. Compiten

directamente con los desocupados recientes y los jóvenes (nuevos activos).

Para peor, las tareas rentadas que hoy se consiguen son subocupaciones de

pocas horas de trabajo u ocupaciones precarias, con bajos salarios

carcomidos por la suba generalizada de precios.

 

Los datos de la EIL de octubre de 2018 reflejan:

 

Una caída del empleo formal intermensual de 0,3% frente a septiembre y una

baja interanual de 1,6% frente a octubre de 2017.

 

Todas las actividades fueron afectadas, con excepción de la Intermediación

Financiera y los Servicios Sociales y Comunales.

 

Las organizaciones más afectadas son las pymes: el desplome interanual

según el tamaño de la empresa fue de 2,5% en las que tiene entre 10 y 49

trabajadores; de 1,4% entre 50 y 199, y de 1,1% en las compañías que tienen

más de 200.

 

Por séptimo mes consecutivo el nivel de incorporaciones (tasa de entrada)

se mantiene en mínimos históricos, por debajo del 2%. Para encontrar una

situación similar hay que remontarse al 2001.

 

Cada vez menos empresas realizan búsquedas de personal y casi no existe

diferencia (apenas 0,9%) entre las empresas que dicen que esperan aumentar

sus dotaciones y las que esperan disminuirlas.

 

Las empresas que contratan nuevo personal optan por modalidades

contractuales más precarias. Crece la cantidad de personas demandantes de

empleo, pero sin expectativas.

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