No todas las historias de amor inician como «un cuento de hadas». La relación entre Clive Blunden y Brenda comenzó de la forma más inesperada. Ella solía ser su suegra y es la abuela de las dos hijas de él. A pesar de disconformidad de toda la familia, la pareja continúa junta tras 30 años.
«La gente pensó que no duraríamos, pero somos más fuertes que nunca», afirmó Clive, de 65 años. De acuerdo con The Mirror, Clive y Brenda, de 77 años, están juntos desde hace tres décadas y desde hace 13 que están casados.
Ellos se conocieron gracias a Irene, hija de Brenda y primera esposa de Clive. Sin embargo, la primera impresión de Brenda sobre Clive fue negativa: él le caía mal. A pesar de la percepción, Irene y Clive se casaron en 1977 y tuvieron dos hijas antes de divorciarse en 1985.
Hasta ese momento, parecía que todo seguiría igual, pero cuatro años después, Clive y Brenda, su exsuegra, comenzaron a salir en secreto. «Nos enamoramos. Una noche, me llevó a tomar una copa y terminamos besándonos», confesó Brenda.
Cuatro años después de que él se separara, comenzó a salir con su exsuegra
Al cabo de unos años, quisieron casarse. Era 1997 y las autoridades de la ciudad inglesa de Warrington en Cheshire se lo prohibieron. Incluso arrestaron a Clive. Según les dijeron, había un «impedimento legal» para casarse con su suegra y le advirtieron que podría ir a la cárcel por siete años.
Pero la disposición legal no fue suficiente para frenarlos. Ellos estaban convencidos de que debían pasar el resto de sus vidas juntos y casados, así que comenzaron una largar campaña para modificar la ley. «Pensaba que deberíamos casarnos porque habíamos pasado por muchas cosas y nos estaban deteniendo injustamente. No me parecía correcto eso, así que decidí cambiarlo», afirmó Clvie.
Luego de casi 10 años, un tribunal europeo dictaminó que la prohibición del matrimonio de los suegros era una violación de los derechos humanos y la pareja encontró el camino allanado. «Recuerdo cuando escuchamos las noticias en la televisión, en septiembre de 2005», rememoró Clive. «De inmediato me arrodillé y le propuse matrimonio a Brenda. Tenía lágrimas en los ojos», detalló el hombre.
Finalmente, el 17 de marzo de 2007, Clive y Brenda se convirtieron en marido y mujer. «Estamos juntos las 24 horas del día, los siete días de la semana y hay algo de magia», destaca Brenda quien considera a Clive como «un caballero». «Me cuida. Puedo ser un poco peleadora, pero él me calma», añadió.
Clive y Brenda llevan 30 años juntos
Sobre la relación de su exmarido y su madre, Irene observó hace ocho años: «Ya no sé quién es mi madre. Clive ha dividido a nuestra familia. Nunca lo perdonaré». Para ella su madre «la traicionó». Por su parte, Brenda aseguró que trató de reconciliarse con su hija, pero sin éxito.
La mayoría de los familiares de la pareja no apoyó su decisión y no asistieron al casamiento. «Nuestras familias no vinieron [al casamiento] porque no estaban de acuerdo. Pero lo único que nos importaba era estar juntos «, reconoce Brenda. Para Clive ese día también fue inolvidable: «Ha sido una lucha llegar a ese punto, pero fue un día maravilloso y siempre lo recordaremos».
Ambos se mostraron muy felices de estar juntos. «Lo haríamos todo de nuevo», confió Clive. /La Nación