Es de esperar, por el bien del planeta, que algún día se puedan recordar todos los improperios e insultos que se dedican Donald Trump y Kim Jong-un con una leve sonrisa. El presidente de Estados Unidos llamó al líder norcoreano «bajo y gordo». Corea del Norte lo ha «sentenciado a muerte».
Los medios estatales del régimen han criticado hace escasas hora a Trump. Principalmente, le acusan de haber insultado a Kim Jong-Un en un duro editorial del periódico del partido gobernante, Rodong Sinmun.
El medio centra sus iras en la visita del presidente estadounidense a Corea del Sur la semana pasada, momento que aprovechó para denunciar la «cruel dictadura» del Norte en un discurso ante los legisladores en Seúl.
Además, Trump dijo que nunca llamaría «bajo y gordo» a Kim, aunque este último lo había llamado «viejo». Su visita fue parte de una gira maratoniana en cinco naciones de Asia con un objetivo principal bastante claro: tratar de buscar aliados y cerrar filas ante las tensiones «nucleares» que tiene con el Norte. Según se puede leer en el periódico norcoreano:
El peor crimen por el que nunca podrá ser indultado es que se haya atrevido a dañar de forma malvada la dignidad del líder supremo. Debería saber que no es más que un horrible criminal sentenciado a muerte por el pueblo coreano.
Lo cierto es que desde que se convirtió en presidente, Donald Trump se ha embarcado en una guerra dialéctica con Kim Jong-un que no ha ido más que en aumento, intercambiándose todo tipo de insultos personales y amenazas de ataques militares. Una situación que genera preocupaciones a nivel internacional por las posibles hostilidades que puedan desatarse.
Las últimas palabras de Trump, insultando al líder norcoreano, han sentado especialmente mal en un lugar donde los miembros de la dinastía gobernante, tanto del pasado como del presente, disfrutan de un estatus similar al de los dioses en la región, de hecho, siempre han demostrado una sensibilidad extrema ante cualquier observación que pueda considerarse burlona o irrespetuosa con sus líderes.
Por cierto, el editorial también habló del fracaso de Trump en recorrer la zona desmilitarizada (la famosa DMZ) que divide las dos Coreas, una parada tradicional para muchos altos funcionarios estadounidenses que visitan el sur.
La versión oficial dijo que el helicóptero de Trump que lo llevaba a la zona había regresado a los cinco minutos debido al mal tiempo, una explicación que el periódico descartó. «No fue el clima, probablemente estaba demasiado asustado a enfrentarse a nuestras tropas», concluyó el medio.
Fuente: The Guardian