El plan de ajuste tarifario que prepara el Gobierno para después de las elecciones: pagos segmentados más allá del nivel de ingresos

Ajuste tarifario.

 

Luego de la interna entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el kichnerismo duro por el porcentaje de subas en las tarifas de los servicios de electricidad y gas por redes, el Gobierno definió alzas por debajo de un dígito y avanza en lo que será la segmentación de los incrementos para distintos sectores de la población.

Tanto el Ente Regulador de la Energía Eléctrica (ENRE) como el de gas (Enargas) trabajan en determinar distintos niveles de subas en las tarifas que pagarán los hogares y cuyo primer tramo podría ponerse en práctica una vez que se celebren las elecciones legislativas, que serán a mediados de noviembre.

Hasta ahora, las llamadas “tarifas de transición” implicaron un incremento de 9% desde principios de mayo en la factura final de los usuarios de electricidad del área de Edenor y Edesur. Mientras el aumento del gas fue de 6% en todo el país, desde principios de junio y que se comenzará a pagar el mes próximo.

Si bien desde el Ejecutivo se aseguró que se trata de la única suba prevista para el año, en las últimas jornadas se abrió la posibilidad de comenzar con aumentos diferenciales incluso antes que termine 2021.

En ese marco, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, reforzó que la voluntad oficial de ir hacia una segmentación tarifaria y no descartó que ese sistema se ponga en marcha después de las elecciones. “Se busca que quienes tienen un poder adquisitivo sustancial puedan afrontar el pago de la factura de servicios y que esos subsidios vayan a la tarifa social a los sectores populares, a las pymes”, planteó en el funcionario en declaraciones a DiarioAr.

Las tarifas de electricidad se incrementaron 9% desde mayo. (Foto: Télam)

Las áreas técnicas de la Secretaría de Energía y los entes reguladores están abocadas a la conclusión de sus respectivas propuestas hacia los aumentos diferenciales. El más avanzado parece ser el del Enargas, cuyo titular Federico Bernal apunta a elevar en los próximos días su proyecto al presidente Alberto Fernández.

Según trascendió, la segmentación irá más allá del nivel de ingresos de cada titular de servicio. Se tendrá en cuenta si son beneficiarios de jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por Hijo (AUH); Tarjeta Alimentar u otros programas de asistencia estatal. Para esos sectores, se baraja opciones que van de nulos incrementos a subas con tope de hasta 5%.

También se apunta a diferenciar entre aquellos que son propietarios del inmueble donde llega el servicio, si tienen mas propiedades a su nombre; de los que tienen créditos hipotecarios y de los que alquilan la vivienda familiar.

“Todo está en análisis. Existen varias alternativas”, sostienen desde la Casa Rosada. Además, está en estudio atar las actualizaciones futuras de tarifas a los salarios, mediante el índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que había propuesto el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

La idea de segmentar las tarifas no es nueva. Hacia fines de 2020, cuando se esperaba comenzar con el descongelamiento del sector entre marzo y abril de este año, el esquema de aumentos por capacidad económica era uno de los pilares.

Luego se dejó para más adelante por entender las dificultades que acarreaba entre ellas determinar incrementos “zonales” cuando la situación de cada familia es distinta, más en el contexto de pandemia y con la inflación sin respiro.

Crecen las deudas de los usuarios

El camino a la segmentación llega en momentos en que el Gobierno admitió que la cantidad de usuarios que no está al día con la factura de luz, gas o agua potable es alta, consignó el diario Clarín. Cafiero lo expuso en su presentación ante el Senado.

Del reporte del jefe de Gabinete se desprende que más de 900.000 usuarios de Edenor y Edesur, o 20% del padrón, registran algún tipo de atraso en la factura. En tanto, en gas natural, se registran más de 3 millones de clientes morosos en el país. En tanto, en el servicio de agua corriente hay cerca de 430.000 usuarios que tienen deudas. /TN

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