La diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, planteó sus diferencias ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilitó el 2×1 a represores, aunque responsabilizó al kirchnerismo por no haber sancionado en 12 años una ley aclaratoria para evitar una sentencia judicial que, según consideró, «es correcto desde el punto de vista del positivismo jurídico».
Según señaló, ella hubiera votado como el magistrado Juan Carlos Maqueda, quien al igual que el presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, se manifestó en contra de avalar ese beneficio en delitos de lesa humanidad.
Carrió cuestionó al kirchnerismo por «omisión legislativa», al señalar que durante los últimos 12 años ese espacio no impulsó una iniciativa para impedir que la ley del 2×1 fuera aplicada en este tipo de casos.
«El problema ha sido que la ley que vamos a sancionar ahora no se sancionó durante 12 años», argumentó.
Para la legisladora chaqueña, los jueces que votaron a favor tenían un «dilema moral» ya que no querían otorgar el beneficio al represor Luis Muiña, pero al mismo tiempo no tenían una ley que los habilitara a proceder de esa manera.
«La ley que estamos sancionando hoy viene a solucionar un error de este cuerpo legislativo, no de la Corte», enfatizó Carrió al hablar en el recinto, aunque aclaró que no comparte «lo que hicieron los tres jueces», por Carlos Rosenkratz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco.
Poco antes, al hablar ante la prensa al ingresar al recinto, consideró: «El fallo se enmarca dentro del derecho penal liberal tradicional; desde el punto de vista del positivismo jurídico es correcto. Desde el punto de vista constructivista moral, yo discrepo y hubiera votado como el juez Maqueda».
En otro pasaje de su discurso en el recinto, la legisladora oficialista se mostró a favor de la aplicación de los principios del «derecho humanitario» para eximir de cárcel común a represores ancianos.
«Nosotros no nos podemos comportar como los genocidas. Nosotros no le podemos mostrar a la sociedad que gente de 90 años esté un idea en una cárcel porque eso no responde al humanismo», afirmó.
«Lo único que tenemos que aplicar, no en este caso, es el derecho humanitario. La Justicia no es venganza, es justicia», agregó, y puso como ejemplo la solución implementada en Sudáfrica para poner fin a la tragedia racial del apartheid. El primero que la objetó fue el diputado del Peronismo para la Victoria Remo Carlotto, quien consideró que el ejemplo de Sudáfrica tiene «mucho disvalores» dado que «hay que preguntarle a las victimas del apartheid que es lo que piensan de ese proceso».
A propósito de la propuesta para crear un marco legal que permita que los represores condenados, al cumplir determinada edad, tengan el beneficio de la prisión domiciliaria, Carlotto fue terminante: «Nosotros no decimos que los genocidas son pobres viejitos que tendrían que estar en sus casas».
Además, rechazó el concepto de «venganza» mencionado por Carrió para referirse a la lucha del movimiento de derechos humanos a favor de la reparación de crímenes de lesa humanidad.
«En la Argentina hay un gran esfuerzo que es aplicar el sistema ordinario de Justicia. ¿Como nos van a hablar de venganza? Lo único que queremos es que la Justicia actúe y que todos los responsables paguen por esos crímenes, y que la reparación fundamental es que el Estado democrático repare lo que el Estado terrorista hizo», concluyó.
Cabandié también cuestionó a Carrió por haber culpado al kirchnerismo por no haber generado las condiciones legales para impedir que la Corte declare aplicable el 2×1.
«Ella que tiene 20 años en el Congreso. ¿Por qué no lo hizo? Yo recuerdo que en 2003 cuando se derogaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, el bloque radical se abstuvo, y la diputada Carrió no vino», disparó el legislador camporista, que describió el discurso de la cofundadora de Cambiemos como «una mixtura entre una clase de derecho y una jornada de Ravi Shankar, tratando de hablar con ínfulas de superación y con mensajes esotéricos».
Fuente: Noticias Argentinas