Un informe del semanario Shukan Gendai, en Japón, reporta que el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, se encuentra en «estado vegetativo» tras haber sido operado del corazón a principios. El medio citó a un médico chino, enviado como parte del equipo para tratarlo tras un procedimiento cardiaco que lo dejó en grave estado.
La fuente citada por el medio japonés, difundida luego por el británico Daily Mail, afirma que Kim Jong-un «estaba de visita en el campo cuando de pronto se agarró el pecho y cayó desplomado al suelo». Informó también que un médico que estaba con él en se momento le prácticó reanimación cardiopulmonar y lo llevó al hospital.
La información del sitio japonés llega después que los servicios de inteligencia de Corea del Sur dijeron que no se observa «ninguna situación inusual» en el Norte tras las especulaciones sobre el estado de salud del líder norcoreano Kim Jong-un, según informó el Ejecutivo de Seúl.
El Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur llegó a la conclusión tras analizar la información de la que disponen sobre el hermético régimen, y después de las noticias publicadas a comienzos de semana que apuntaban a una supuesta operación de corazón del líder y a que estaría «grave».
El órgano gubernamental surcoreano «confirmó que no hay ninguna situación inusual actualmente dentro de Corea del Norte», señaló en un comunicado la oficina presidencial del Sur, donde también indica que el líder norcoreano se estaría alojando en estos momentos en una región del país fuera de Pionyang.
Las dudas sobre la salud de Kim Jong-un llegaron después de que Kim Jong-un apareciera públicamente por última vez el pasado 11 de abril, y tras varias ausencias notables del dictador en diferentes eventos de peso para el régimen, entre ellos la tradicional visita al mausoleo donde reposan los restos de su abuelo Kim Il-sung.
No es la primera vez que se especula con el estado de salud de los líderes del régimen norcoreano ante el tradicional secretismo y fascinación que rodea a la familia Kim. En 2014, Kim Jong-un estuvo ausente de los focos unos 40 días generando todo tipo de conjeturas antes de reaparecer caminando con dificultad.