A través de un fallo dado a conocer durante la tarde de este martes, la Corte Suprema resolvió que los jueces se jubilarán a la edad de 75 años, dando por válidas de esa forma la facultades establecidas en la Convención Constituyente de 1994.
En el pronunciamiento, el máximo tribunal dispuso como excepción que los magistrados que alcancen esa edad obtenga el aval del Senado y del Presidente para seguir en su cargo.
La sentencia, dada a conocer por el Centro de información Judicial, dejó atrás lo decidido en el «fallo Fayt» en 1999. En ese caso, la Corte -con otra composición- había declarado que era nulo el artículo 99, inciso 4°, tercer párrafo introducido por la reforma constitucional de 1994.
El párrafo señalado exigía a los jueces que pretendan seguir en funciones después de cumplir la edad de 75 años la necesidad de que obtengan un nuevo acuerdo del Senado de la Nación y un nuevo nombramiento del Presidente de la Nación para mantenerse en el cargo.