«Hemos revisado los datos que hay y la mayoría muestra que la inmunidad tiene una duración de hasta seis meses», dijo la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien, en una conferencia de prensa.
El grupo que asesora a la OMS en cuestiones de inmunización emitió este jueves las conclusiones del análisis de datos que hizo en los dos últimos días, pero señaló que es muy pronto para pronunciarse sobre la nueva variante ómicron y cómo responde a las vacunas.
Recomendó también que se ofrezca una dosis de refuerzo de la inyección contra el Covid-19 a las personas inmunodeprimidas o que hayan recibido una vacuna inactivada, declaró el jueves el jefe del grupo.
La recomendación llega después de que el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) en materia de inmunización llevara a cabo una reunión el martes para evaluar la necesidad de las inyecciones de refuerzo contra el Covid-19.
En una reunión informativa, el presidente del SAGE, Alejandro Cravioto, dijo que los datos que van apareciendo muestran que la eficacia de las vacunas contra el Covid-19 disminuye, y que se observa un descenso significativo sobre todo en las personas mayores.
Las vacunas inactivadas, que toman el virus del SARS-CoV-2 y lo inactivan o matan utilizando productos químicos, calor o radiación, son elaboradas por los fabricantes chinos Sinovac Biotech, la empresa estatal Sinopharm y la india Bharat Biotech.
Una sola dosis de la vacuna de Johnson & Johnson sigue siendo eficaz, pero los datos de los ensayos clínicos de la empresa en los que se utilizan dos dosis demuestran claramente el beneficio de recibir más vacunas, dijo Cravioto.
Por otro lado, la OMS instó a los países del mundo a actuar con rapidez, ya que los próximos días y semanas determinarán el desarrollo de la variante Ómicron.
“Si los países esperan a que sus hospitales empiecen a llenarse, será demasiado tarde. No esperen. Actúen ahora”, sostuvo el director general de la organización, Tedros Adhanom.
La doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, coincidió y agregó que no se debe reaccionar en enero o febrero y recalcó “la utilización de herramientas de salud pública de eficacia probada para reducir la transmisión”.
“La situación sigue siendo muy diversa en todo el mundo y (la variante) delta sigue siendo dominante a nivel mundial”, destacó. Clarín