Temblor de magnitud 4.7 sacude Arequipa, Perú

Un temblor de magnitud 4.7 se sintió en la ciudad de Arequipa, ubicada en la provincia homónima del departamento de Arequipa, el martes 11 de noviembre. Según el informe del Centro Sismológico Nacional (Censis) del Instituto Geofísico del Perú (IGP), el movimiento telúrico ocurrió a las 02:45 (hora local) y su epicentro se localizó a 12 kilómetros al sur de la ciudad, a una profundidad de 124 kilómetros.

La intensidad del sismo fue clasificada con un nivel III en la escala de Mercalli, lo que indica que fue un movimiento “débil” y que no representa “ningún daño”. Debido a su magnitud, se emitió un alerta de color amarillo, que se utiliza para temblores con magnitudes entre 4.5 y 6.0, según la Red Sísmica Nacional.

El CENSIS del IGP obtiene sus datos a través de una red de sensores distribuidos por todo el país que miden la velocidad, aceleración y desplazamiento. Este sistema es crucial para la detección y monitoreo de sismos en un país que forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que alberga la mayoría de los volcanes del mundo y donde se producen aproximadamente el 80% de los sismos más fuertes a nivel global.

La actividad sísmica en Perú no es nueva; a lo largo de su historia, el país ha enfrentado numerosas catástrofes provocadas por temblores. Entre los sismos más destructivos se destaca el ocurrido el 31 de mayo de 1970 en Áncash, que dejó un saldo devastador de 67.000 muertos, y el sismo de Pisco en 2007, que causó 596 fallecidos.

La ubicación de Perú en la placa tectónica sudamericana, que colisiona con la placa de Nazca, genera tensiones que se liberan en forma de terremotos. Esta región no solo es propensa a sismos, sino que también presenta actividad volcánica constante, lo que la convierte en un área de gran interés para geólogos y expertos en desastres naturales.

Las autoridades continúan monitoreando la situación y trabajando en la preparación ante posibles futuros eventos sísmicos, subrayando la importancia de la prevención y la educación en la población para mitigar daños en caso de un sismo de mayor magnitud.