Luego de la reciente derrota electoral, Cristina Kirchner ha decidido activar al Partido Justicialista (PJ) para prevenir fugas y disensiones dentro de sus filas. La ex presidenta ha convocado a una reunión en la sede histórica de la calle Matheu, programada para la próxima semana, con la intención de enfocar los esfuerzos del partido y evitar la fragmentación en el Congreso.
Los líderes del PJ afines a Kirchner se reunirán para analizar los resultados de las elecciones de octubre, buscando unificar estrategias para enfrentar el nuevo escenario legislativo que se presentará en diciembre, el cual se anticipa más favorable para el oficialismo debido al recambio parlamentario y el acercamiento de la Casa Rosada con varios gobernadores, incluidos algunos peronistas.
La convocatoria incluye a figuras claves como los vicepresidentes José Mayans, Lucía Corpacci, Germán Martínez, Mariel Fernández y Ricardo Pignanelli. Durante el encuentro, los referentes del PJ pretenden hacer un análisis exhaustivo de los resultados electorales y planificar actividades futuras, asegurando que el peronismo no se convierta en un grupo fragmentado.
Uno de los objetivos principales será organizar reuniones con gobernadores, senadores y diputados. Este encuentro con los mandatarios provinciales también servirá para disminuir tensiones entre Kirchner y Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires. Aunque algunos líderes expresaron su disposición a trabajar juntos, prefirieron enfatizar el concepto de “trabajo conjunto” en lugar de una mera puesta en escena de unidad.
Además, se extenderá la invitación a otros gobernadores, como Gildo Insfrán de Formosa y Ricardo Quintela de La Rioja, quienes se han sentido al margen de las negociaciones del Gobierno con otros mandatarios. También están incluidos Raúl Jalil de Catamarca y Osvaldo Jaldo de Tucumán, quienes han colaborado en el Congreso con el oficialismo. Sin embargo, se excluye a Martín Llaryora de Córdoba y Gustavo Sáenz de Salta de esta convocatoria.
La estrategia de la Casa Rosada de buscar entendimientos con los gobernadores tras el triunfo electoral ha generado preocupación en el peronismo. Se anticipa que algunos diputados alineados con los gobernadores apoyarán el Presupuesto si las negociaciones del Gobierno con las provincias resultan fructíferas. Con todo, el objetivo es presentar una postura más cohesiva en torno a los debates sobre reformas laborales, tributarias y del Código Penal.
Previamente a la reunión, Kirchner ha intentado calmar las disputas internas a través de diálogos con los referentes del PJ, reafirmando que “no sobra nadie” en el partido. Las críticas a su liderazgo, así como a la gestión de su hijo Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense, se intensificaron tras la derrota. El mandato de Máximo culminará el 18 de diciembre, aunque ya se ha superado el plazo para convocar elecciones y la disputa se postergará hasta marzo.
