El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, tomará posesión de su banca en el Senado el 10 de diciembre, donde su voto será crucial en las negociaciones de los pliegos de la Corte Suprema de Justicia, que el presidente Javier Milei busca retomar. Para aumentar su influencia, Zamora considera la posibilidad de crear bloques independientes en ambas cámaras del Congreso.
Esta iniciativa ha llegado a los oídos de los líderes del Senado de Unión por la Patria y ha sido confirmada por fuentes cercanas a los representantes santiagueños en esa cámara. Los rumores se intensificaron tras una reunión que Zamora y Oscar Jalil (de Catamarca) mantuvieron con Milei en la Casa Rosada. Con sus cuatro votos combinados, podrían limitar la capacidad de Unión por la Patria para bloquear la mayoría especial necesaria para completar la Corte y nombrar al procurador.
El plan inicial de Zamora consiste en separarse del interbloque de Unión por la Patria en el Senado, junto a Elia Moreno, quien también asumirá su cargo en diciembre. Ambos legisladores provienen de la UCR, mientras que José Neder se mantendría dentro de Unión por la Patria por el momento. En la Cámara de Diputados, se anticipa una división similar.
El senador electo ha compartido en su provincia un video donde se le ve como el primer gobernador en acercarse a abrazar al Presidente. En el contexto del nuevo Senado, la estrategia de La Libertad Avanza se centra en Zamora y Jalil para reducir los bloques de Unión por la Patria y facilitar al oficialismo en la distribución de cargos en las comisiones.
Si se suman los tres representantes de Santiago del Estero al catamarqueño Guillermo Andrada, Unión por la Patria perdería su capacidad para bloquear los dos tercios requeridos. En el seno del oficialismo, se están considerando diversas opciones para atraer a Zamora, incluyendo la posibilidad de cederle otros cargos que deben votarse en el Congreso, como las vacantes de la Auditoría General de la Nación.
Además, Zamora podría buscar influir en la composición de la futura Corte Suprema, un tema sensible tras su experiencia negativa en 2013, cuando se le impidió su segunda reelección. A pesar de esto, el gobernador ha mostrado disposición para colaborar en asuntos clave. El año anterior, su esposa, Claudia Ledesma, firmó dictámenes de pliegos judiciales sin seguir las instrucciones del interbloque.
Por su parte, Karina Milei pretende negociar las vacantes en el sistema judicial a partir de diciembre, una labor que anteriormente recayó en Santiago Caputo. Se estima que la mitad de los cargos de la justicia federal están vacantes y se necesitaría una mayoría simple del Senado para elegirlos. La negociación de estos cargos judiciales junto a los pliegos de la Corte sería fundamental para el Gobierno, ya que si alguna bancada queda fuera de la construcción de la mayoría especial, no podrá reclamar otros cargos menores.
El oficialismo contará con 20 votos propios y busca consolidar alianzas con todas las fuerzas políticas, excepto Unión por la Patria, para alcanzar hasta 44 votos. Con 37 se logra la mayoría y con 48 se alcanzan los dos tercios. Este fue el cálculo que la UCR realizó el año pasado para estar dispuestos a votar los pliegos de Lijo y García-Mansilla si Unión por la Patria cedía.
En este nuevo escenario, los partidos provinciales, como los de Misiones, Santa Cruz, Neuquén y Salta, también jugarán un papel importante. El gobernador Gustavo Sáenz, a través de Flavia Royón, se sumará al grupo de gobernadores con voto en diciembre. Royón no descarta unirse a un acuerdo que se está formando con otras provincias, aunque aún no está claro si Zamora y Jalil podrán ser parte de él.
José Mayans, quien preside el interbloque Unión por la Patria desde 2019, ha demostrado habilidad para mantener unidas a las distintas facciones. Está dispuesto a solicitar a Zamora que mantenga su afiliación y no se separe. Hace un año, Mayans logró que sus 33 pares firmaran un acuerdo para informar al Gobierno que solo discutirían la integración de la Corte si ninguno de los candidatos propuestos asumía por decreto, algo que no fue atendido en su momento.
