El fuego que Juan Román Riquelme encendió cuando hizo bajar del micro a los jugadores de Boca que perdieron con Gimnasia hace dos semanas aún no se apagó.
Las brasas queman hacia adentro y molestan a Sebastián Battaglia, el DT que llegó a la Primera de la mano del vice quien ahora, sin embargo, mantiene en plena incertidumbre su continuidad más allá de fin de año, hasta cuando fue confirmado. Así, los ánimos entre cuerpo técnico y Consejo de Fútbol comenzaron a tensarse.
Todos intentaron bajar el tono del micro-gate y, aunque para muchos la ironía de Battaglia tras la clasificación de Boca a la final de la Copa Argentina fue para el periodismo, hoy el sentido de su frase “Me voy, no vaya a ser cosa que se me metan en el vestuario” parece tener como destino el mismísimo Román.
Battaglia, que como futbolista fue el más ganador en la historia Xeneize con 18 títulos, quiere saber si seguirá o no como entrenador de Boca más allá de fin de año y aunque desde el Consejo aseguran que “Seba llegó para quedarse”, como aseguró tiempo atrás Raúl Cascini, lo cierto es que trascendió que el club comenzó a sondear entrenadores.
El micro-gate de Riquelme desató la crisis
El periodista y relator Sebastián Vignolo reveló detalles de lo ocurrido en la interna cuando Riquelme hizo bajar a los jugadores de Boca del micro: “A Battaglia no le gustó lo que pasó el otro día en la cancha de Boca. No le gustó cómo quedó ante sus jugadores, ante nuestra opinión. Él estaba en una conferencia de prensa y se enteró ahí de lo que pasó”, explicó en su programa F90 que se emite por ESPN.
En este sentido, Vignolo agregó: “Battaglia no tiene problemas con los directivos que quieran visitar el vestuario, siempre y cuando se le informe antes. Acá pasó que él no sabía porque estaba en conferencia de prensa. Quedó desautorizado con sus futbolistas. Esto es información, por eso lo digo públicamente”.
Los partidos que le quedan a Boca, ¿y a Battaglia?
Sábado 20 de noviembre: vs. Sarmiento (L) Jornada 21 de 25 de la Liga Profesional de Fútbol
Miércoles 24 de noviembre: vs. Independiente (V) Jornada 22 de 25 de la LPF
Domingo 28 de noviembre: vs. Newell’s (L) Jornada 23 de 25 de la LPF
Domingo 5 de diciembre: vs. Arsenal (V) Jornada 24 de 25 de la LPF
Domingo 12 de diciembre: vs. Central Córdoba (L) Jornada 25 de 25 de la LPF
Cuándo sería la final de la Copa Argentina 2021
Se espera que sea en la primera quincena de diciembre, aunque la fecha exacta aún no fue confirmada por la organización ni la Asociación del Fútbol Argentino.
En principio sería el miércoles 8.
Boca ya está clasificado a la final y espera por su rival que saldrá de la semifinal entre Godoy Cruz y Talleres. /TN
La interna en Boca: el que tiene que cambiar es Riquelme
Román da la sensación de no poder domar su ego y su pretensión de querer tener la misma influencia que cuando jugaba.
El responsable de esta conducta errática en la elección y la relación con los técnicos es de Juan Román Riquelme.
Primera advertencia para el próximo entrenador de Boca: mucho cuidado con los elogios desbordantes de Jorge Bermúdez. Cuando el sol se agranda, señal que viene el ocaso… Miguel Russo era poco menos que la reencarnación de Ferguson; Sebastián Battaglia era un Carlos Bianchi en potencia. A uno lo rajaron después de eliminar a River dos veces; al otro ya se lo quieren sacar de encima cuando hizo todo lo que le pidieron: jugar más al ataque, poner a los pibes, encaminar la clasificación a la Copa.
El responsable de esta conducta errática en la elección y la relación con los entrenadores no es Bermúdez sino el otro patrón: Juan Román Riquelme. Da la sensación de no poder domar su ego y su pretensión de querer tener la misma influencia que cuando jugaba.
Entonces, olvida cuál es su rol y cuál es el rol de los demás. Primero se metió en el vestuario cuando se fue Carlos Tevez; después, fue su cabeza de playa para ampliar su influencia en el armado del equipo. Disimuló un poco con Russo, con Battaglia sintió que tenía luz verde hasta que el hastío del DT interino dijo basta.
El dilema para Román no es Battaglia, sino su sucesor. El enigma consiste en que, si trae a un técnico con trayectoria y espalda, ya no tendrá el mismo poder de influencia. De todas formas, no hay un nombre que se imponga por sí solo, la lista de candidatos es corta, débil y de dudosa factibilidad.
El plan contrario es insistir en el modelo Battaglia, con el actual o con un facsímil razonable. Ahora está de moda el Negro Ibarra, invicto con la Reserva, que además tiene el bonus track de ser amigo de Riquelme.
Lo que queda claro es que el que tiene que cambiar es Román: ya no puede salir en todas las fotos como cuando jugaba. Lo mejor es que él dirija, que otro entrene al equipo y que los demás jueguen. Como dicen los Redondos: su negocio es muy difícil de explicar, y fácil de enseñar. Olé