El sitio “Wake Up Your Mind” publicó una imagen con efecto de ilusión óptica donde se pueden ver tres cosas: un par de labios semiabiertos, una línea de árboles grandes y pequeños, y las raíces de los mismos árboles que se hunden en el suelo. Según este sitio web, mirar esta imagen podría medir la flexibilidad del individuo o la tendencia a ser influido por otros. Hacer el test es bastante simple, pues sólo basta con mirar la imagen rápidamente y decir lo primero que se ve en ella.
Las respuestas del test, según el sitio web “Wake up yor mind”, serían las siguientes:
Labios:
Si lo primero que la persona vio fueron unos labios semiabiertos, se trata de una persona pragmática y flexible en sus pensamientos, sencilla y tranquila, que prefiere una vida media y no se complica con movimientos innecesarios para encontrar la realización personal. Si bien el entorno pueda catalogar en determinadas ocasiones a este individuo de ingenuo, débil y necesitado de ayuda, se trata más bien de una persona sabia y confiable, que puede resolver los problemas por sí misma sin la ayuda de nadie, que valora la honestidad en los otros y está presta a dar consejos oportunos y sinceros a quien se los pida.
Árboles:
Si lo primero que la persona vio fueron árboles y/o troncos de árboles, se trata de una personalidad extrovertida, aunque sensible a la opinión de los demás, pues le preocupa lo que piensan de ella. Es un individuo aparentemente suave y gentil, pero en esencia sabio y difícil de engañar, que tiende a ocultar sus emociones reales. Es exigente a la hora de elegir a las personas y es muy difícil ganarse su confianza. Su lado misterioso evita que otros se enteren de lo que está pasando por su cabeza y está por lo general abierto a todas las posibilidades que le depara el futuro, para tener éxito en sus proyectos personales.
Raíces:
Si lo primero que la persona vio fueron las raíces que se hunden en el suelo, se trata de una persona más bien introvertida, terca, a veces con baja autoestima, aunque proclive a reconocer sus errores y aceptar las críticas constructivas para cambiar y mejorar. Si bien esta persona puede ser percibida como un individuo sin talento ni cualidades revolucionarias, se trata en realidad de una persona competente, responsable, disciplinada y diligente para cumplir sus objetivos, muy atento a sus valores y principios morales y éticos. Son individuos centrados e independientes, que siempre se esfuerzan por obtener la mejor versión de sí mismos.