provincia fundamentó su aporte que cuenta con el apoyo mayoritario de los
diputados. Habló de un presupuesto provincial desactualizado, del enorme
incremento de los gastos del trabajador, de un sueldo absorbido por la
realidad, de la apertura a las importaciones que provocaron suspensiones y
despidos y de un cambio en las prioridades del gasto público. Y reclama,
“Señores, primero la gente”.
El diputado provincial Ing. Jorge Basso, autor del proyecto para declarar
la Emergencia Social en la provincia dijo ser “más realista que crítico de
la actual situación” que vive la Nación. “Tuvimos un aumento de salarios
que ya no es tal, el presupuesto diseñado por la provincia es insuficiente,
las prioridades son otras y la relación con la Nación debe contemplar los
cambios que se han producido”.
Cuando se le consultó porque considera el presupuesto de la provincia
insuficiente, el Ing. Jorge Basso señaló que cuando fue elaborado tuvo sus
bases en el que aprobó el Gobierno Nacional conducido por Cristina
Kirchner. Para entonces la planificación se daba sobre la base de un dólar
equivalente a diez pesos argentinos y a una inflación anual prevista del 18
por ciento.
“La caída del cepo cambiario o la devaluación como se prefiera, creo una
situación que provocó un fuerte desequilibrio evidenciado en suspensiones y
despidos en el sector privado y en los presupuestos provinciales. Ni que
hablar del trabajador que en diciembre invertía el 35% de su sueldo en
alimentos y servicios y hoy lo hace con el 65% en el caso de quienes tienen
menores recursos”.
El dólar pasó a un costo de 16 pesos, subieron los insumos importados, y
con ello también el producto terminado y puesto a disposición de la
población. Subieron las tarifas de gas, luz y agua y con éste panorama
desolador el primer objetivo a tener en cuenta es el fuerte deterioro del
sueldo del trabajador y la rotunda caída de su poder adquisitivo”.
Resaltó que otro factor limitante, que causa preocupación es la apertura a
importaciones de productos con bajo costo de mano de obra, que impactan en
el mercado y producen suspensiones en el sector privado. En La Rioja, ésta
situación se da en la industria textil, de la perfumería y en la
construcción.
Para Basso las prioridades se invierten porque las dificultades que se
afrontaban en educación “son ahora minimizadas con el avance de los
problemas que pueden generarse en salud, en empleo y en seguridad”.
El espíritu del proyecto no es otro que la creación de programas de
contención de tipo coyuntural para salvar ésta grieta que nos limita con la
presencia de un presupuesto acotado.
Respecto a la relación con la Nación, Basso entiende que la provincia
invierte actualmente todo su esfuerzo y que hay que obrar siempre con
inteligencia. “Sería un error imperdonable negociar en términos de
confrontación que pusieran en riesgo a la provincia. Tan imperdonable como
irresponsable”.
Está claro que “la provincia acorde a ésta situación debe cambiar sus
prioridades en el gasto público con un presupuesto que esta desactualizado
y lo mismo en su relación habitual con la Nación en la mesa del diálogo”.
“Señores, primero la gente”.
Cuando se le consultó si la Ley Basso podría encontrar resistencia de la
oposición, prefirió dejar en claro que “nace del conjunto de los bloques
peronistas”. Con respecto a la oposición apenas sostuvo que “no estar de
acuerdo es cruzar una avenida con los ojos vendados y ser atropellados por
la realidad”.
Por último y sobre la ley antidespidos y su tratamiento señaló estar “de
acuerdo con la misma” ya que “es una medida de protección hasta que se
produzca un cambio que vaticinaron desde el actual Gobierno que será en
junio. Si fuera así, si están tan seguros, no veo porque oponerse”.