Coronavirus: Eugenio Zaffaroni defendió la liberación de presos
El ex juez de la Corte Suprema aseguró que se trata de presos que no cometieron actos de violencia física.
El ex juez de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni, defendió la liberación de presos en el marco de la pandemia de coronavirus y remarcó que «no se trata de violadores y homicidas» sino de personas que cometieron delitos «sin violencia física».
«Nadie habla de soltar a violadores y homicidas. El tema es proceder de forma racional para evitar una masacre. La idea racional es ver, primero, quiénes están en situación de riesgo. Y segundo, quienes están cerca de salir», sostuvo respecto de las salidas de presos que impulsa el oficialismo.
«La mayoría son imputados por delitos de subsistencia, sin violencia física. La idea es dejar la cárcel con el 80 por ciento de su capacidad locativa normal, para dar la posibilidad de guardar las medidas de higiene y distancia», agregó.
Hasta el momento salieron 753 presos de las cárceles bonaerenses y más de 200 de las federales, mientras crecen los reclamos de excarcelaciones. Se trata, en su mayoría, de detenidos que no cumplían penas por delitos graves y que, por su edad o por sus problemas de salud, debían ser incluidos en los grupos de riesgo de contagio del SARS-CoV2.
Por el tema hubo polémica y opiniones cruzadas de parte de distintos referentes del Gobierno, la oposición y la Justicia.
Hoy, en diálogo con Radio 10, Zaffaroni consideró que las víctimas no deberían ser notificadas sobre la salida de los detenidos: «Si voy a disponer la libertad de un preso por hurto, ¿le tengo que avisar al dueño de la casa hurtada? La mayor parte son presos por delitos contra la propiedad. Muchos sin violencia. ¿Qué tiene que ver la víctima ahí? Nadie piensa en soltar homicidas seriales y violadores», insistió Zaffaroni.
Zaffaroni remarcó los «serios problemas» del sistema carcelario. «Tenemos graves problemas en la región, y sobre todo en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires por el alto porcentaje de presos sin condena, la superpoblación carcelaria, el hacinamiento, y la desproporción entre el personal y los presos. Esto hace que el orden esté manejado por bandas de presos, que a su vez son reducidos a una servidumbre, muchas veces sexual», sostuvo.
«Este es un panorama crónico, donde ahora se instala el tema del virus. En esos lugares cerrados, la velocidad de reproducción interna del virus es entre ocho y diez veces más rápida», agregó.