Las niñas, niños y jóvenes tienen derecho a una educación pública, gratuita, obligatoria, laica y de calidad, basada en los principios de solidaridad, igualdad y justicia social, para terminar con la exclusión, la opresión y la discriminación.
Defender el derecho de la niñez y la juventud a la educación debe ser parte fundamental de la agenda de las organizaciones sindicales docentes.
Es por ello, que nuestros sindicatos tienen que llevar adelante una política de sensibilización y formación de su dirigencia y de las bases, para que estos luego la desarrollen territorialmente en las escuelas.
En tal sentido, es necesario aportar conocimientos e interesar a las bases docentes para la valoración, planificación y participación en campañas locales, nacionales o internacionales sobre el derecho social a la educación, la relación entre los derechos de las y los trabajadores del sector educativo y el trabajo infantil, como por ejemplo, el día mundial por la erradicación del trabajo infantil.
Esto se torna más que necesario en el contexto actual para que los sindicatos podamos confrontar con las políticas neoliberales de este Gobierno que, claramente, ha definido orientar sus acciones hacia el ajuste y el desmantelamiento de las políticas públicas de carácter social inclusivo y universal que se venían aplicando desde el año 2003 para reducir el Trabajo Infantil. El aumento del desempleo y el subempleo y el deterioro de las condiciones laborales conducen directamente a la pérdida de derechos y al crecimiento de la exclusión y de la pobreza, dejando en un estado de mayor vulnerabilidad a la mayoría de la población y, especialmente, a los niños/as y jóvenes de sectores más desfavorecidos.
En este marco, es necesario hacer tomar conciencia a toda la sociedad de que el trabajo infantil reviste mayor gravedad aún. El Trabajo infantil es una consecuencia de la pobreza; pero también es una causa de la misma, ya que los niños/as y jóvenes en edad escolar que trabajan, muy probablemente, abandonen sus estudios, lo que les hará tener muchas menos posibilidades de salir del estado de pobreza a lo largo de toda su vida.
