La situación financiera de Funko, conocida por sus populares muñecos Funko POP!, es alarmante. Según su último reporte financiero, la compañía enfrenta deudas que ascienden a 250 millones de dólares y podría estar a un paso de la bancarrota.
En el informe presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, la dirección de Funko destacó que no podrá cumplir con los plazos de pago de sus deudas. Este escenario ha llevado a la empresa a considerar la posibilidad de venderse. “El Consejo de Administración ha comenzado un proceso formal de revisión para evaluar las alternativas estratégicas de la compañía”, se menciona en el documento.
Las ventas de Funko han caído un 14% en el tercer trimestre, lo que representa una disminución significativa en comparación con el año anterior. En 2024, la compañía había reportado ventas de 292,8 millones de dólares, pero en el trimestre correspondiente a septiembre de 2025, esa cifra se redujo a 251 millones de dólares. Esta caída se atribuye a la crisis de tarifas y a un ambiente macroeconómico incierto.
La empresa enfrenta varios problemas, entre ellos el impacto de los aranceles impuestos en el comercio internacional, así como un cambio en los intereses de los consumidores hacia plataformas de streaming y contenido digital. “Hemos visto que a medida que nos alejamos de las grandes franquicias cinematográficas, los gustos de los consumidores se centran cada vez más en el streaming”, advirtió la compañía.
El ex CEO de Funko, Brian Mariotti, quien dejó la compañía en 2023, ha lanzado un nuevo emprendimiento llamado Thrilljoy Pix, que ofrece productos coleccionables que compiten directamente con los de Funko. Esto plantea una nueva amenaza, ya que Mariotti podría aprovechar sus conocimientos previos y conexiones en la industria para atraer a los mismos clientes que solían comprar Funko POP!
La situación es crítica, y la falta de un plan concreto para la reestructuración o la obtención de financiamiento adicional podría forzar a Funko a reducir sus operaciones o acogerse a la protección por bancarrota. De no tomar medidas decisivas, el imperio de los muñecos cabezones podría desmoronarse en el transcurso del próximo año.
