La 41° edición de las Colectividades en Rosario ya está en marcha y se llevará a cabo hasta el 17 de noviembre en el Parque a la Bandera. Este evento es un símbolo de la diversidad cultural de la ciudad y este año cobra un significado especial al coincidir con los 300 años de la fundación de Rosario.
Inicialmente, la celebración iba a comenzar el viernes, pero las condiciones climáticas adversas y los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional llevaron a la organización a posponerla para el sábado. A pesar de los inconvenientes, la fiesta cultural más destacada de la ciudad se desarrolla con gran afluencia de público.
Este año, se ha implementado un mapa interactivo que permitirá a los visitantes obtener información detallada sobre cada stand, incluyendo las colectividades presentes, los platos y bebidas típicas que ofrecen, así como los métodos de pago aceptados. Esta herramienta busca mejorar la experiencia de los rosarinos y turistas, facilitando el recorrido gastronómico y cultural.
Los horarios de apertura son todos los días desde las 19:00 hasta la medianoche, con una extensión hasta las 0:30 de domingo a jueves. Los viernes, el cierre de cajas será a las 0:00 y los sábados hasta la 1:00, permitiendo así que más personas puedan disfrutar de las danzas, música y tradiciones de cada comunidad.
Para quienes deseen asistir, se habilitarán diversas opciones de transporte público que llegarán hasta la entrada del evento. Habrá paradas de colectivos en Avenida Belgrano, así como estacionamientos en la misma avenida, donde se aplicará un bono contribución de $4.000 para colaborar con la Cooperadora del Hospital Alberdi.
La organización ha dispuesto diferentes zonas dentro del evento, agrupando a diversas colectividades que reflejan la riqueza cultural de la región. Entre las agrupaciones se encuentran la Asociación Civil Unión de Países de África del Oeste, la Asociación “La Colectividad Helénica” de Rosario, y el Centro Cultural Peruano en Rosario, entre otros.
Este encuentro no solo celebra la diversidad, sino que también reafirma la identidad de Rosario como un crisol de culturas, destacando el impacto de las corrientes inmigratorias en el desarrollo y crecimiento de la ciudad.
